Carnaval en el Metropolitano

Selección Colombia

No era un jueves común y corriente en la ciudad de Barranquilla. La ciudad se vestía de fiesta nuevamente para recibir a la Selección Colombia, y esta vez, por el último encuentro que se disputaría de local en las eliminatorias hacia Qatar

El ambiente carnavalero, la fe y la esperanza se hacían sentir, toda una marea amarilla se paseaba por las calles de ‘La Arenosa’, a pesar de la dificultad que se tuviera para la clasificación, sin importar que fueran 7 los partidos sin marcar gol, la afición de ‘La Tricolor’ se hacía sentir.

3:56 pm, y mientras los jugadores ‘Cafeteros’ estaban a punto ponían rumbo al Estadio Metropolitano, los aficionados ya llegaban al templo futbolero, sin importar el sol ni la humedad, a falta de 2 horas para el compromiso, ya todo era fiesta en el ‘Metro’.

Eran 5:20 de la tarde, los jugadores bolivianos salían a hacer el calentamiento previo al encuentro, bajo los abucheos y los silbidos de los que a esa hora eran más de 20.000 aficionados, esperando la salida de los comandados por Reinaldo Rueda Rivera.

Los guardametas colombianos salían a realizar sus ejercicios previos de calentamiento, David Ospina, acompañado por Camilo Vargas y Álvaro Montero, llegaban al césped bajo la lluvia de aplausos, la ansiedad crecía esperando a las figuras colombianas. La ovación no se hizo esperar… ‘¡Ospina!, ¡Ospina!, ¡Ospina!, ¡Ospina!’

Asomaban sus humanidades los jugadores colombianos y la locura crecía, la máxima figura hoy por hoy, Luis Díaz, el más aclamado y del que más se esperaba para hacer crecer la ilusión y mantener viva la esperanza.

A falta de 8 minutos para el pitazo inicial, saltaban al campo los 22 jugadores inicialistas, cámaras y miles de linternas encendidas ponían un marco espectacular. Sonaban las notas y más de 30.000 almas entonaban el himno nacional.

Pitazo inicial y la afición colombiana se hacía sentir, en las tribunas, cánticos e instrumentos hacían temblar el Metropolitano, ‘¡Vamos Colombia, esta noche… Tenemos que ganar!’, y con un amplio dominio del encuentro, buscaban el resultado los ‘Cafeteros’.

Con James, Cuadrado, Sinisterra, Fabra y Díaz, se buscaba todo en ataque, mucha asociación con Muriel, la seguridad de Cuellar hacía soltar todas las armas en ataque, Cuesta y Tesillo firmes en defensa y seguros en la salida.

Llegaba el minuto 39 y todo cambió, un pase elevado espectacular de Cuadrado, un control magistral y un recorte hacia adentro perfecto, terminaron con un disparo colocado espectacular, llegó el grito de gol a Barranquilla y a toda Colombia, Lucho acabó la mala racha… ¡Pero que jugador es Luis Díaz! Y los cantos de los aficionados lo confirmaban ‘¡Lucho!, ¡Lucho!, ¡Lucho!, ¡Lucho!’.

James, otro pedazo de jugador, y no por algo esa misma noche ingleses se preguntaban porqué el Everton dejó ir al ‘10’ colombiano, fue una de esas noches en las que vimos al James que necesitábamos, pases precisos, buscando el gol, asociativo, bajaba a recibir, se barría a robar el balón cuando se requería, segunda ovación de la noche… ‘¡James!, ¡James!, ¡James!, ¡James!’.

Colombia enfriaba el segundo tiempo, no se encontraba profundidad y se veía difícil lograr los 3 puntos por mayor cantidad de goles, el DT ‘Tricolor’ movió el banco y todo mejoraba. Los cambios daban resultados y Miguel Borja al 72’ y un gol anulado al final del encuentro, junto a Mateus Uribe que marcó al 90’ +2 ampliaban la diferencia y ponían un 3-0 final para que el pueblo colombiano guardara la fe hasta el último segundo de estas eliminatorias.

Las tribunas ya eran una completa fiesta, el carnaval se vivía desde ese instante, la alegría desbordada y a las afueras de la cancha también todo era un completo carnaval. Volvió la fiesta a Barranquilla, volvieron a brillar las estrellas colombianas, la fe y la esperanza, sigue intacta y buscará nuestra amada selección el puesto de repechaje para luchar por su cupo a Qatar.

Tagged
Nicolás Corzo Millán
Estudiante de Gestión Deportiva en la Universidad Sergio Arboleda. Amante del fútbol y la redacción.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *