El equipo tricolor venció 4-0 a una selección austral que pasa por sus horas más bajas, tanto en rendimiento futbolístico, como en la clasificación.
Atlántico. Estadio Metropolitano Roberto Meléndez. Este fue el punto de encuentro asignado para el partido por la décima fecha de las eliminatorias rumbo al mundial 2026. ¿El contexto? Colombia llegó con un golpe anímico tras una dura derrota en El Alto, con la necesidad de recuperar oxígeno y celebrar de la mejor forma la conmemoración de los 100 años de la Federación Colombiana de Fútbol.
Por su parte, Chile arribó con una situación crítica: 3 derrotas en los últimos 3 partidos por eliminatorias, ocupando la última casilla en la tabla de posiciones. En el papel, este partido sería una batalla a muerte con una sola recompensa, la reivindicación. Sin embargo, esto solo quedó allí, en el papel.
Néstor Lorenzo salió con sus mejores armas a la arena: Ríos y Lerma, de regreso en la protección del mediocampo y Mojica como una bala por la banda izquierda. En el otro lado, Ricardo Gareca tuvo que improvisar tras la salida de Carlos Palacios de la concentración chilena. ¿Problemas en los camerinos?
El reloj marcaba las 3:30PM, cielo despejado en “la arenosa”, 34 grados centígrados de temperatura ambiente y más de 20.000 almas que se fundían entre los colores blancos y amarillos. ¿El árbitro? Un viejo conocido: Jesús Valenzuela. Los 22 hombres estaban preparados en el terreno de juego. Pitazo inicial del juez central.
Desde ese momento, el Estadio Metropolitano se llenó de una energía curiosa, una esencia contagiosa que evocaba al realismo mágico de García Márquez, a la salsa del Joe Arroyo y a la cumbia de Lucho Bermúdez. Desde el primer segundo, el estadio se convirtió en una fiesta, como si el partido ya estuviera resuelto.
El equipo colombiano empezó el show con una sincronía desafinada pero enérgica, que emulaba al carnaval de Barranquilla. Como si se tratara de un grupo vallenato, cada uno cumplía su labor. Paulatinamente, los acordes empezaron a coordinarse, el ritmo era cada vez más alto y a Chile solo le quedaba resistir el sacudón.
Sánchez y Córdoba fueron los primeros que intentaron abrir la cuenta, pero la rapidez del guardameta Cortes fue suficiente para contener la nota alta del gol colombiano. Minuto 34. Tiro de esquina tricolor. A pase de James Rodríguez, el balón pasaría diferentes obstáculos, hasta encontrarse, de forma inesperada, con la cabeza de Davinson Sánchez, quien colocaría el primer gol en el marcador. Ron pa’ todo el mundo. Una vez más, la especialidad de la casa apareció para hacer estallar de júbilo a los fanáticos.
Sobre el minuto 44, Colombia recuperó la pelota por banda derecha, y entre tropezones, Córdoba logró convertir la posesión en una oportunidad de gol, conectando con James Rodríguez y Luis Díaz, formando un circuito que exquisito ¿El segundo gol? No. Un fuera de lugar de Díaz invalidó la jugada, dejando el grito de la tribuna a la mitad.
Final del primer tiempo, victoria parcial de Colombia. ¿Y Chile? Aún no se adaptaba al ritmo del vallenato que estaba mostrando Lorenzo con su combo. La parranda estaba a tope entre los fanáticos.
Tras 15 minutos y algo más, los protagonistas regresaron al terreno de juego. Valenzuela, quien estaba sufriendo por el calor de Barranquilla, decretó el inicio de la segunda parte. Y que siga la fiesta.
Colombia mantuvo el ritmo del show, mientras que Chile no encontraba la nota correcta. En el minuto 52, un error en salida del conjunto austral generó otra oportunidad, quedando la pelota para Luis Díaz, quien, de primera intención, disparó directo al arco. Gol de Colombia. Un bálsamo para recuperar la confianza de un jugador que fue criticado varias veces. Echao pa’ lante.
El equipo local no bajó sus armas y siguió intentando, dando refresco en diferentes posiciones. Carrascal, Sinisterra y Durán a la cancha. La gente pedía más. Y en medio de algunos minutos de tranquilidad, un contra ataque del equipo cafetero, junto con la conexión Sinisterra-Durán colocó el tercer gol en el marcador. Tal para cual. La fiesta estaba en su punto más alto.
Sin embargo, el deporte rey nos tenía otra sorpresa. A falta de 90 segundos para finalizar el encuentro, Sinisterra apareció para colocar la nota final del vallenato; un mano a mano con el portero chileno, donde, en 2 tiempos logró resolver. ¿El problema? El juez de línea levantó la bandera. Pero tranquilos, que el VAR lo habilitó. Cuarto gol y con esto le cayó la gota fría a Chile.
Minuto 90+4 y Jesús Valenzuela alzó sus brazos para decretar el final del encuentro. Lo que pintaba como una batalla a muerte se convirtió en un espectáculo, donde el segundo de la tabla aplastó al último, siguiendo el orden natural del fútbol.
Con esta victoria, Colombia se afianzó en la segunda posición de la eliminatoria, sumando 19 puntos y quedando más cerca de clasificar al próximo mundial, dejando satisfechos a los hinchas tras el trago amargo de la fecha 9. Los próximos rivales, Uruguay en Montevideo y Ecuador en Barranquilla ¿Es muy temprano para alistar la visa y las maletas?
