A pesar de coronarse campeón hace solo seis meses, el conjunto vallecaucano atraviesa la mayor crisis administrativa, financiera y deportiva de toda su historia.
El título de la décima estrella en diciembre de 2021 ya parece lejano para el Deportivo Cali, pues a partir de enero de este año, 7 jugadores titulares del equipo campeón ya se encuentran en otros clubes.
La campaña siguiente fue la peor en la historia del equipo: décimo noveno en liga con solo 18 unidades, dando inicio a una crisis deportiva y financiera sin precedentes en el conjunto verdiblanco.
Cuando hace unos días se hablaba de traer a Dayro Moreno, goleador del fútbol colombiano, ahora se trata de un equipo que no tiene como traer un delantero de área, sabiendo que solo anotaron 13 goles en el campeonato pasado. Además, se habla de nombres como Didier Delgado, quien ya fracasó en la institución, o de Ítalo Montaño, un desconocido completo procedente del fútbol amateur de Croacia. Adicionalmente, las pocas figuras destacadas salen del club, dejando más vacíos que preocupan a los aficionados.
Esto lleva a la hinchada y a la opinión pública a preguntarse, ¿Cómo llegó el Deportivo Cali a una crisis de esta magnitud? según el Carlos ‘Petiso’ Arango, a pesar del premio de campeón, la participación en Libertadores y la venta de jugadores, el club acumula un déficit cercano a los 92 mil millones de pesos. Muchos le echan la culpa en Rafael Dudamel, pero poco puede hacer el entrenador venezolano cuando sus delanteros solo han logrado anotar en dos ocasiones en 29 partidos. Angelo Rodríguez, Agustín Vuletich y Carlos Lucumí no representan ninguna una amenaza ofensiva, y en zona de gestación, si Teófilo Gutiérrez no está en una buena noche, al Deportivo Cali no se le cae una idea.
Más preocupante es cuando se mira el banco de suplentes, lleno de jóvenes sin experiencia que cometen irresponsabilidades como las de Daniel Luna y Carlos Lucumí ante Melgar. Un nivel paupérrimo de los laterales, a los que les ganan la espalda de 3 a 4 veces por partido. Volantes de marca con poca experiencia y convicción para la zona medular del Cali y niveles muy bajos en armas ofensivas por los costados, como el que ha mostrado Harold Santiago Mosquera desde que llegó a la institución.
Solo queda hacer una última acotación y es para los socios. Salven al Deportivo Cali, usen su privilegio de hacer parte de la institución para impedir que las directivas sigan dando manejos sin explicación y que los futbolistas se arrastren en la cancha faltandole el respeto a un gigante de Colombia y Sudamérica.