El combinado nacional perdió el invicto en eliminatorias ante el equipo boliviano.
Cuando más alto se sube, más fuerte es la caída. La Selección Colombia sufrió una dolorosa derrota ante Bolivia por la fecha 9 de las eliminatorias rumbo a Canadá, Estados Unidos y México 2026. Oxígeno, concentración y definición fueron elementos que le faltaron a los dirigidos por Néstor Lorenzo para sumar puntos en su visita a El Alto.
Un encuentro que ya venía marcado por una previa plagada de espionaje, condiciones geográficas y un “aura” de superioridad boliviana, con plena confianza en su fortaleza sobre las nubes, fueron los factores que envolvieron esta jornada. Sin embargo, Colombia llegó con aire en la camiseta. Romper una racha negativa y vencer a los campeones del mundo era suficiente, ¿o no?
Cada escuadra tenía sus fichas sobre la mesa, y como si se tratara de una partida de ajedrez, bolivianos y colombianos impusieron sus estrategias en el campo. Bolivia golpeó primero con tres llegadas al arco, pero la seguridad, encarnada en el guardameta Camilo Vargas, contuvo la furia verde que asediaba al equipo cafetero.
Colombia jugó lento, con calma, contando cada respiración, cada inhalación y exhalación, como si el oxígeno se extinguiera en el ambiente, pero con la delicadeza de aprovechar las grietas que quedaban en la fachada ofensiva de Bolivia. Parecía que el partido iba a manejar este guion, pero en un giro inesperado de la trama, un contra ataque de Colombia y consecuente falta de Cuellar (no muy amado en Estados Unidos), provocó una expulsión “infantil” del boliviano.
Cambio de estrategia. Peones, alfiles y torres, todos al ataque. Lorenzo debía hacer valer el sacrificio de Roger Martinez (lesionado tras la “caricia”, cortesía de Cuellar). Jhon Córdoba entró al terreno con un ajuste táctico, ultraofensiva. Colombia empezó una embestida sin precedentes contra un muro verde que aguantaba cada golpe, haciendo las veces de sparring. Sin embargo, la malicia indígena jugó su parte, y como si resucitaran los fantasmas del pasado, Córdoba erró la más clara del partido sobre el final del primer tiempo, la alergia al gol había contagiado a todo el plantel.
Primer tiempo sin goles, pero con una expectativa de victoria colombiana que se sentía en el aire. Pitazo de Sampaio, comienzó el segundo tiempo. Ríos a la cancha en sustitución de Uribe. Colombia mantuvo sus armas al ataque, con la obligación de sumar puntos y acercarse a Argentina en la clasificación. Sin embargo, la altura empezó a hacer de las suyas. Una pérdida de pelota de Cristian Borja en salida provocó un retroceso deficiente del equipo cafetero en defensa. Peligro.
Jugar con un hombre adicional es uno de los grandes misterios del fútbol. La teoría señala que la probabilidad de victoria aumenta, pero la práctica y el deporte rey, desafían tales postulados. Miguel Terceros tomó la pelota por la banda derecha, dejando en el camino a Castaño y Lucumí, para luego, desenfundar un remate tan potente y a la vez, visualmente hermoso, que entró por el ángulo derecho de Camilo Vargas. Gol con esencia de Arjen Robben.
Lerma, Asprilla y Hernández a la cancha. Lorenzo decidió jugar sus últimas fichas, en un intento desesperado de empatar el encuentro. ¿Y Bolivia? Con todos sus peones protegiendo al rey. Cada movimiento era una excusa para burlar al cronometro. A Colombia se le iban las ideas, los segundos y el oxígeno. Nueva táctica, usar las torres. Había que intentar jugar en largo y con pelotas al área. Últimos 10 minutos, James Rodriguez colocó una asistencia tan precisa, pero Córdoba pecó de “roncón”, dejando pasar la más clara del segundo tiempo.
Faltaba el aire en el equipo tricolor, los bolivianos hicieron su parte como locales: el show, la hinchada, las mañas y los trucos que les daban segundos de vida. Y finalmente, Sampaio, quien también necesitaba una pipeta de oxígeno en los camerinos, se llevó el silbato a la boca para decretar el final del encuentro. Jaque mate.
Otro sudamericano que cayó en El Alto. Por ahora, Colombia deberá viajar a Barranquilla para enfrentar a Chile, en la conmemoración de los 100 años de la Federación Colombiana de Fútbol. Sin embargo, todos sabemos lo que sucede en los cumpleaños que se celebran en el Estadio Metropolitano. Vamos a respirar.