Festín de goles servido por Ruíz… y los errores

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Millonarios y Bucaramanga exhibieron su poderío ofensivo, con Daniel Ruíz como gran figura.

El estadio Alfonso López, con gran afluencia de público, recibió a Millonarios con la esperanza de conseguir arrebatarle la segunda plaza del campeonato. Los dirigidos por Gamero volvían a contar con Llinás, Román y Juan Pablo Vargas en la saga defensiva.

El Atlético Bucaramanga salió a presionar la salida de balón del ‘Embajador’, cuando, dentro de esa intensidad, generó un tiro de esquina. Allí, a los doce minutos, los ‘Leopardos’ jugaron en corto, Duván Palacios despistó a Uribe, se desmarcó y, desde la frontal del área, abrió el marcador.

Con la obligación de remontar, Millonarios volcó su juego hacía Ruíz y Emerson, intentando con centros, remates de larga distancia y pelota quieta remontar la situación. Así, llegaron la ocasión de Llinás, tras un cabezazo previo de Uribe, y avisos de media distancia llamaban a la puerta. Sin embargo, fue la vía del centro la que empataría el partido. Tras un envío de Emerson, Daniel Ruíz remató de diestra a la red, tan solo segundos antes del entretiempo.

No obstante, cuando nos íbamos en tablas al descanso, una pifia del ‘Pecoso’ Correa terminaría de desnivelar la balanza. Correa sucumbió ante la presión de Silva, quien agarra la pelota y fue directo al campamento rival. Al ver que le habían cerrado el ángulo, se la regaló a Uribe, quien esperó los desparrames ‘Leopardos’ para rematar parsimoniosamente al rincón inferior derecho.  

En la segunda parte, el partido enloqueció. Millonarios, a pesar de haber bajado el bloque, vapuleó en un par de minutos al equipo santandereano. Ruíz agarró la varita mágica. Definió un gran centro de Mojica para marcar el tercero y, con un remate endemoniado, dejó la mesa servida para el doblete de Uribe.

El ‘Embajador’ se veía relajado, lo cual casi le cuesta la victoria. A los 70 minutos, Meléndez pica por la derecha, rompiendo a Llinás y descontando para el 2-4 de ese momento. Ya eran tres lesionados a esa altura: Macalister, Ruíz y, ahora, Llinás.

La escuadra local no se detendría allí. Nueve minutos después del segundo, en un pésimo calculo del portero Moreno, Acosta ponía las cosas 3-4. Parecía que tendríamos otra remontada. Ahora bien, Gamero planteó un bloque bajo y solido atrás, dejando a Uribe y Emerson arriba para contragolpear. De esta manera, entre contras y despejes, culminó la sexta victoria de Millonarios en el campeonato.

Entre la magia de Ruíz, la contundencia de Uribe, la eficacia del Bucaramanga y los errores de Moreno y Correa, el plantel albiazul se consolida como candidato a llevarse la estrella de Navidad.

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