Un 27 de septiembre de 1987, el Deportivo Cali, donde jugaba Pedro Zape y Fernando «El Pecoso» Castro, arrolló al Tolima en el Pascual Guerrero, equipo en el que atajaba Hernán Torres
Aquella goleada entró en el historial de máximas goleadas del Deportivo Cali, justo detrás del 9-0 al Deportivo Pereira en 1962.
Aravena le amargó la noche a Hernán Torres, el cual fue sustituido en el medio tiempo tras recibir 4 goles del «Mortero» . Torres guardó esa experiencia con Aravena y buscó reivindicarse tras lo sucedido.
«Yo tuve la vivencia de ese partido contra Cali, pero luego volví a enfrentar a Aravena con el Deportes Quindío, al año siguiente, y ahí no me hizo ningún gol, esa fue mi revancha que nadie conoce», dice Hernán Torres.
Al año siguiente, la paciencia y seguridad del cancerbero dio frutos, Aravena desde la vía del tiro libre, no logró batir la resistencia de Torres, el cual fue aconsejado de no poner la barrera ante sus cobros, estrategia que salió a la perfección para el Deportes Quindío del tolimense.
«Un DT que encontré en los Juegos Panamericanos de Indianápolis me comentó que para detener a Aravena no le tenía que poner barrera. Yo le hice caso, no me anotó. ahí me empecé a agarrar confianza», dice Torres.