Un 2 de diciembre del año 2010, Radamel Falcao conquistaba el frío de Austria, con una tripleta ante Rapid Viena.
El frío era escandaloso. Horas previas al encuentro, el partido seguía en duda, pues las bajas temperaturas a las cuales se exponían los futbolistas y los aficionados era un riesgo para las autoridades y la competición.
Falcao, a pesar de las adversidades, fue intenso en el primer tiempo, buscando continuamente el balón para inquietar a los jugadores del equipo austriaco, los cuales ya los superaban en el marcador tras una lenta reacción del arquero. Fue exactamente al minuto 42 cuando el ‘Tigre’ rugió y emparejó las acciones. Luego de un pase desde campo propio, Falcao aprovechó la inhabilidad del defensa de Rapid Viena, Ragnvald Soma, el cual no pudo despejar el balón al ver cómo se le atascaba en la nieve y definió abajo del palo derecho del portero.
Un peligroso centro al área, con mucha potencia, como se le caracteriza al jugador brasileño, Hulk, inquietó nuevamente al Rapid Viena, esta vez a su portero: Raimund Hedl, el cual no logró encajar el balón en sus brazos y dejó un rebote vivo para que Falcao se deslizara sobre la nieve y decretara así el 2-1 al minuto 86 del partido.
Por último, pero no menos importante, Falcao cerró una noche de ensueño tras 2 minutos de su anterior gol. en un abrir y cerrar de ojos, el arquero volvió a dejar un rebote tras un remate de Hulk, esta vez desde el costado opuesto al primer remate, dejando nuevamente solo a Falcao, el cual cruzó el balón al palo más lejano del cancerbero.
